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Pirelli Cables y Sistemas se acercó a la instalación realizada con cables Afumex en uno de los templos más representativos de la capital

La tecnología al servicio de la historia. Este puede ser el lema que resuma perfecta­mente el trabajo eléctrico que se llevó a cabo en la Basílica de San Francisco el Grande de Madrid. Este singular templo religioso volvió a recobrar toda su grandeza gracias a la instalación eléctrica que la empresa Instalaciones Eléctricas I º de Julio, bajo la dirección de lberinco, llevó a cabo en el año 2000.

La obra realizada supuso la renovación de la mayoría de los circuitos y, sobre todo, la instalación de una nueva iluminación ornamental que descubre la belleza de este monumento. Conscientes de la importancia de esta carismática iglesia, queremos acercar a nuestros socios las peculiaridades de un monumento al que la luz eléctrica ha hecho todavía más grande.

Obra eléctrica

Resaltar toda esta grandiosidad sin ningún riesgo supuso un importante reto desde el punto de vista eléctrico. Aunque fue la compañía Insta­laciones Eléctricas 1 ° de Julio S.L. la que llevó el gran peso del trabajo, la ingeniería, recogiendo los comentarios aportados por el Instituto de Patrimonio y la obra fueron desarrolladas en su totalidad por lberdrola Ingeniería y Consultona S.A. (lberinco) compartiendo la experiencia de 1º de Julio en este tipo de obras en monumentos es muy amplia y contrastada.

Entre otros trabajos sig­nificativos instalaron la iluminación de la Fuente de Los Tritones, en el Palacio Real de Madrid, y llevaron a cabo la renovación de la instalación eléc­trica de la misma Catedral de Toledo. Los trabajos, iniciados en enero del año 2000, consistieron, por un lado, en la modificación del alumbrado ornamental interior y, en segundo tér­mino, en la mejora de la red de baja tensión de la totalidad de la basílica, al no adecuarse ésta a las exigencias que dicho edificio demandaba.

Protección

La red de baja tensión denotaba grandes deficien­cias sobre todo en lo que se refiere al tema de aislantes, fruto del paso del tiempo y de las carac­terísticas de los mismos. Así mismo era preciso acometer con toda urgencia todo lo relacionado con las protecciones, a fin de evitar sobrecalenta­mientos que pudieran provocar situaciones límites que derivaran en un incendio. Por otro lado, debía tratarse de evitar accidentes por contactos directos o indirectos. Para ello se dotó a la insta­lación de los medios técnicos que existen actual­mente para proteger de cualquier daño a las per­sonas que puedan tener contacto con los distin­tos elementos de la instalación.

Para la iluminación de las capillas se buscaron tonos cálidos utilizando lámpara TL-92. En cuanto a la iluminación de cuadros e imágenes se utilizó la estructura QR, luces localizadas median­te lámparas halógenas. En el altar predomina la fluorescencia normal y en los candelabros se han montado lámparas incandescentes. Así mismo se han instalado bastantes fluorescencias de bajo consumo.

Basílica de San Francisco el Grande Basílica de San Francisco el Grande de noche

Iluminación

La iluminación que existía en el templo se basaba principalmente en lámparas incandescentes. Fueron sustituidas por fluorescencia de bajo consumo, lámparas halógenas con mayor rendimiento y lamparas QR para iluminaciones proyectadas. El nuevo alumbrado juega con dos tipos de ilumi­nación: directa e indirecta. Se utiliza cada una de ellas en función de la necesidad concreta de cada actuación. En total se han colocado alrededor de 1.500 puntos de luz.

Como se puede apreciar, se tuvo muy en cuenta que éste es un templo abierto al público y por lo tanto debe guardar unas estrictas medi­das de seguridad. Precisamente por estas circuns­tancias se pensó en utilizar cables Afumex desde el principio de la obra.

Prioridades

Como se puede imaginar, una de las prioridades fundamentales en los trabajos realizados fue la especial atención puesta en no dañar bajo nin­gún concepto las obras de arte de la basílica, por eso los trabajos se prolongaron mucho más que en cualquier otra obra. Pero las dificultades fueron muchas. En cada una de las dependen­cias se planteaban retos distintos. Por un lado estaban las alturas a las que había que realizar las actividades y por otro lado la necesidad de disi­mular en la medida de lo posible las instalaciones, de forma que no perjudicaran la visión del con­junto histórico. Al problema de las alturas se le hizo frente mediante el uso de distintas platafor­mas de hasta 18 metros de altura.

Entro otros datos curiosos, se tuvieron que realizar taladros de hasta 1,6 metros de longitud y 15 centí­metros de diámetro para la colocación de algunas estructuras de luz. Para ello se utilizaba una taladra­dora de cabeza de diamante capaz de perforar los tremendos muros del templo. Además, había que evi­tar hacer la menor cantidad de polvo para que no dañara las pinturas y obras de arte existentes en el lugar. Para esa finalidad se usó una aspiradora especial que se acoplaba a las distintas herramientas. Y todo esto mientras la iglesia seguía con su vida cotidiana.

Interior Basílica de San Francisco el Grande

Cables

Los cables utilizados fueron aportados por Pirelli Cables y Sistemas, el noventa por ciento fue del tipo Afumex y el que más utilización tuvo fue el cable Afumex 750V en sus diferentes sec­ciones así como Afumex 1.000V. Estos cables por sus características de seguridad son los más ade­cuados para este tipo de instalaciones en edificios.